domingo, febrero 26, 2006

Día 11: Los Años

Acaba de terminar la celebración de mi cumpleaños. No invité a nadie. Fue lo máximo. Todo él o la que llegó lo hizo por su cuenta. Bien. Yo no quería invitar a nadie, no quería llamar a nadie, no quería ver a nadie, pero durante la semana hubieron sucesos inesperados: llamadas recordatorias y avisos de visitas por la parte externa; divagaciones mentales, errores asumidos y el despertar del sentimiento más atroz que me ha embargado más de alguna vez en vida y que se apareció justamente durante la semana: SOMOS QUE LO SOMOS, SOY LO QUE SOY*.
Dado todo esto, decidí que si alguien llegaba a mi casa debía de recibirlo como se recibe a alguien que te tiene agendado, te quiere y se recuerda de ti o simplemente como alguien que te estima y te va a saludar en el día de tu cumpleaños. Eso hice. No sé si lo hice bien o mal, al menos nadie se quejó. A dónde quiero llegar es al hecho de que uno siempre se verá afectado por el medio que lo rodea, entendiendo afectado en el sentido de intervención, sin importar si esta es positiva o negativa. Yo no quería nada y mis amig@s me llevaron a querer estar con ell@s. Estuvo bien. Ya son 27.

* No puedo cambiar las cosas. Uno es lo que es. Y hoy, soy y estoy atado a un sentimiento que me liga a ti de manera incontrarrestable. Siempre termino escribiendo de ti, quizás porque en este tiempo haz acaparado la atención de todo mi cuerpo. Seguro es mejor así. Sólo quiero exponer que he comenzado a aceptar el hecho de que seremos buenos amigos. Repito, estoy recién comenzando. Quizás no lo logré...

miércoles, febrero 22, 2006

Día 10: La Pena

M: Sabes lo que es la pena? Has sentido pena alguna vez?
M: Claro que sé lo que es la pena, lo sé porque...
M: Cállate quieres. Por favor no digas nada. Sabes cuanto he esperado por ti? Por un llamado tuyo?
M: Si no me lo dices díficil que sepa, fiajte tú.
M: Ah!! Así que ahora debo decirte todo? Esta bien. Lo Haré. Seguro me harás cllar.
M: Prometo no hacerlo, aunque me den náuseas.
M: Ah!! y de buen humor además. Que bien, mejor así. Veamos como te tomas esto. Me voy.
M: Ya, y a dónde?
M: Sólo lejos de ti. Y ni siquiera me moveré de ciudad.
M: ...
M: Bah! te quedaste muda? Te hablo en serio. Tenías razón desde un principio. Perdí contigo. Perdí desde el primer día. Me doy cuenta hoy, y como corresponde te lo hago saber y me retiro.
M: Y no que me ibas a amar toda la vida? No que sería imposible arrancar mi esencia de tu corazón? Puras palabras sueltas de idiotas como tú ...
M: Lo que dices no tiene sentido. En ningún momento he dicho que he dejado de amarte. Sólo te digo que me voy, que ya no estoy para ti, que me haces daño... eso, estoy en el punto en que me dañas, en que no es gracioso verte sin poder tocarte ni besarte. No me hace bien verte y no poder amarte a la vez. Esto de amarte a escondidas en mi soledad ya no me hace bien. De un tiempo a esta parte empecé a necesitar reciprocidad. Saber lo que eso quiere decir? Conoces la reciprocidad?
M: No.
M: Bueno, estamos a mano. Yo sólo sé lo que significa, mas nunca la he sentido.
M: Yo tampoco.
M: Ni siquiera conmigo? Eres muy injusta. Ahora lo veo todo claro. Sólo soy un ave de paso, y por lo mismo, seguiré camino del encuentro de lo que me espere en algún lugar.
M: Eso me querías decir?
M: No. Quería decirte cuánto es que te amo, cómo he sufrido todos estos días por temer llamarte, por temer escribirte, por no saber que demonois pasa contigo. Por qué mierda haces todo tan extraordinariamente díficil. Incluso, he llegado a pensar que no eres quien yo veo. Y eso, quería decirte que te amo, que te sigo amando como el principio, que sigo anhelando y solando con tus besos, con tu cuerpo que hace vibrar al mío al rozarlo o tomando mi mano. Quería decirte que aunque estoy decidido a alejarme, penaré por no resistir más esta angustia y que, en definitiva, sí te amaré toda mi vida.
M: Y que sacas cono amarme si yo no te amo? Qué sacas con decirmelo? Dime por favor, qué mierda ganas!!!!!!!!
M: Poder dormir, para soñar que cuando digo esas palabras, tú me tomas con tus manos y me besas. Por eso lo hago. Eso es lo que gano...sacarme la pena.
M: Tu la sacas de ti, pero me la dejas a mí.
M: Es tu precio, por no amarme.
M: Uno no elige a quien amar!!!!
M: Lo mismo digo querida, lo mismo digo...

Día Nueve: El Miedo

Tengo miedo. Desperté con miedo. Creo incluso que me dormí con miedo. Un miedo definido, por lo menos. Miedo a mí mismo. Miedo de mí, por cómo me pongo por ti, por cómo me transformo por ti, por cómo me envuelvo por ti, por cómo provocas que mi centro se desvanezca y no sepa qué hacer ni por dónde seguir. Tu me das miedo. Miedo por lo que me podría transformar. Miedo a transformar mi vida en un pasadizo de niebla, polvo y oscuridad.
Tengo miedo... mucho miedo, y no sé como superarlo. Es como el miedo que le tengo a la montaña rusa y que dije que lo iba a perder cuando me estuviera por morir. Que cuando me dijeran "te queda poco de vida", me iba a subir a una montaña rusa y ... bueno, vencer el miedo.
Tengo miedo a la gente que escribe "te amo". Es súper fácil escribirlo, o decirlo por teléfono. Súper fácil crear una ilusión. Tengo miedo de la gente que quiero, que amo, que estraño y que dejé de lado... Tengo miedo a cuando mis queridos se mueran y ya no esten fisicamente. Tengo miedo de extrañarte como lo hago ahora. Tengo miedo de llamarte. Tengo miedo de escribirte. Temo temer. Tengo miedo de verte y no reconocerte, de buscar mis ojos en tus ojos y no ver nada. O pero aún, ver sólo agua, agua brotando de mis ojos debido a tu ausencia... Finalmente creo que más que miedo, ahora, siento rabia. Rabia de mí, rabia de ti, rabia de ese "nosotros" que no alcanzó a nacer. Siento rabia de no luchar. Y siento rabia de temer...

lunes, febrero 13, 2006

Paréntesis 2: 14 de Febrero día del amor? Puaj!

Estas líneas van dedicadas a todos aquellos que alguna vez, correspondida o no, hallan incubado en su ser el germen del amor.
Van dedicadas estas líneas a:

  • quienes no entienden por qué celebrar un día lo que se siente toda una vida;
  • quienes estan solos y no importa, saben que el amor no es sólo un día;
  • quienes han humedecido sus almohadas y almas con lágrimas que cargan en cada gota el nombre del ser amado;
  • a quines, sin saberlo tienen a alguien que les ama;
  • a quienes aman en silencio;
  • a quienes aman a gritos a un sord@;
  • a quienes aman con la mirada;
  • a quienes quieren dejar de sufrir por un amor no correspondido;
  • a quienes se aman con locura y reciprocidad;
  • a todos, pues todos de una u otra forma nos amamos...

... y por supuesto, va dedicado esto a todas aquellas a quienes he amado. A todas con locura. A todas con pasión, descubriendo en cada una de ellas un detalle para amar... esto te incluye a tí, perdida mía...

miércoles, febrero 08, 2006

Día ocho: El Daño

Sin quererlo. Sin saberlo. Si planearlo. Da lo mismo. Causamos daño. Daño de todo tipo: el daño de las palabras , miradas y silencios; el daño de las actitudes e ineptitudes, de las inexactitudes...
A veces, simplemente no contestar un mensaje de texto o de mesenger causa daño. Otras veces, cosas más duras como golpes, amenazas, malos tratos, palabras hirientes causan un daño cuantioso. Sin embargo, ¿qué hacer cuando cosas buenas causan daño? Un ejemplo fácil es, que a mucha gente le causa daño - fisico o mental, da lo mismo, es daño - no poder comer cosas tales como helados, carnes o frutas... Pero, y más terrible aún, es que tambien existen buenos sentimientos que causan daño y que generalmente dependen justamente del penitente, pues por callar, ocultar u omitir, permite que sucedan cosas que le afecten aún creyendo que actúa de buena forma, pero reconociendo en el fondo que camina con los ojos bien abiertos al encuentro del fracaso. Suele suceder que luego de un tiempo esto se supera, pero no deja de cometerse el mismo error, más de una vez, más doloroso que alguna vez, más hiriente que ninguna vez... El daño, palabra que suena bien, pero por la mierda que se siente mal.

martes, febrero 07, 2006

Día 7: Lo Obvio

Era obvio. Siempre lo es. De una manera u otra el amor se acaba, ya sea con la traición, la muerte o el desvío, el amor siempre se acaba. Pensando en esto, Mariano no sabe si es mejor que el amor se le haya acabado a él solo, o es mejor cuando el amor se le acaba a una pareja.
Está mal. Va rápido, va lento, sigue derecho, se devuelve zigzageante... todo es un remolino, todo es un torbellino, todo es todo, todo es nada. Nada...
Incluso, se sonríe al corroborase mentalmente de que al principio pensó todo esto, imaginó todo esto. Casi todas las cosas que pasaron, efectivamente él imagino que serían así. Aunque claro, hubiera preferido equivocarse, y equivocarse harto.
Ahora, todo hueón tiene un consuelo, y el consuelo de Mariano es saber que al menos reconoce inmediatamente a las mujeres que le harán sufrir. Y aunque las sigue derecho al abismo de las lágrimas y la locura, Mariano sabe a lo que va. Lo sabe mejor que nadie. SI es bueno o malo? Se lo sigue cuestionando. Una posibilidad es que sea un enfermo Psycho que gusta de sufrir, una especie de complejo de mártir. Lo piensa, y no. No le gusta sufrir. Prefiere pensar en que tal vez su corazón tenga una especie de dislexia y lo que sus ojos y cerebro reconocen como peligro, éste (el corazón) lo ve como el paraíso.
Ya cansado, sin muchas ganas de pensar ni recordar lo que nunca sucediò, Mariano decide que desde el mismo instante en que despierte al día siguiente todo será distinto; será otro; pensará en otras cosas; verá nuevas peliculas; caminará por distintas calles, pero OH! Sorpresa!! Pensará en la misma divina mujer llamada M...

domingo, febrero 05, 2006

Día 6: La Princesa II*

El Capitulo La Princesa I puden encontrarlo en http://josemoreno20.blogspot.com/

A ver, voy a hablar de la misma persona que aparece mencionada en la dirección de arriba, pero lo haré desde un prisma diferente. Escribiré desde la vereda del frente, desde la casa de al lado, desde galera.
La primera vez que la ví me llamó la atenciòn fisicamente, pues hay que decir que la mina ésta atrae. No sé si la miré a la cara por sus pómulos, o si le ví las caderas, o de frentón el culo, la verdad sea dicha no lo recuerdo, pues el alcohol ingerido para celebrar un empate de Chile con Brasil me lo impiden, pero lo que sí recuerdo es que la encontré pesadísima. Terriblemente desagradable. Una mina insufrible. Lo juro, no la soporté.
Al tiempo volví a topármela y -pretencioso yo- medije " veamos cuanto pesa esta cabrita". Y pesaba harto. Tanto, que hasta hoy no logro sacármela de encima. Es como una especie de densidad que me rodea y de la cual no puedo escapar. No quiero escapara tampoco, pues dicha densidad, más que molesta, es como una nube de amor que ella trejió sobre mí. Por lo mismo, la recrimino cuando dice que me extraña. Por qué extrañarme? Ella sabe que no tiene motivos para hacerlo. Yo no lo hago; yo no la extraño: siempre está conmigo.
Por qué estas líneas locas ahora?
Porque ella necesita tranquilidad y seguridad.
Cuando necesitó compañia, estuvimos juntos.
Cuando lloró, yo le pedí que lo hiciera con más ganas y cuando rió... cuando rió ya nada más importó. Así que ahora, si es que llegas a leer esto, olvida toda migaja de oscuridad que te haya bordeado, alza la vista y camina segura, que aunque no me veas, ya sabes en qué parte de mí viajas, tal como yo viajo en aquella parte tuya, que es un poco dura, pero que me abrió sus puertas de par en par, para descansar ahí, por un buen rato...
Nota 1: Dedicado a una gran amiga, que no es más ni menos que eso...
Nota 2: Creánme, es dificil ser su amigo. Es muy guapa, pero eso ya se me olvidó.

Día 5: Suficiente

M: Oye, no crees que es demasiado ya?
M: ...
M: Te lo digo porque ha pasado tiempo, y aquellas sensaciones que te confesé no se han movido un segundo de mi lado.
M: ...
M: En serio te digo. Y aunque a veces nada más siento que esta aventura no tiene mañana y tán sólo un milagro juntaría mis labios a los tuyos, otras tantas pienso que ninguna sensación iguala los momentos en que experimento tu cercanía, tu respiración, tu sonrisa...tu temblor...
M: ...
M: ...No lo niegues. Sé que han existido momentos en los cuales eres tú la que se ha visto tentada de besarme. Me lo han confidenciado tus abrazos y caricias.
M: ...
M: En fin, creo que ya es suficiente. Vuelve. Te llevo conmigo, es cierto, pero quiero verte al frente, nariz con con nariz...