M: Sabes lo que es la pena? Has sentido pena alguna vez?
M: Claro que sé lo que es la pena, lo sé porque...
M: Cállate quieres. Por favor no digas nada. Sabes cuanto he esperado por ti? Por un llamado tuyo?
M: Si no me lo dices díficil que sepa, fiajte tú.
M: Ah!! Así que ahora debo decirte todo? Esta bien. Lo Haré. Seguro me harás cllar.
M: Prometo no hacerlo, aunque me den náuseas.
M: Ah!! y de buen humor además. Que bien, mejor así. Veamos como te tomas esto. Me voy.
M: Ya, y a dónde?
M: Sólo lejos de ti. Y ni siquiera me moveré de ciudad.
M: ...
M: Bah! te quedaste muda? Te hablo en serio. Tenías razón desde un principio. Perdí contigo. Perdí desde el primer día. Me doy cuenta hoy, y como corresponde te lo hago saber y me retiro.
M: Y no que me ibas a amar toda la vida? No que sería imposible arrancar mi esencia de tu corazón? Puras palabras sueltas de idiotas como tú ...
M: Lo que dices no tiene sentido. En ningún momento he dicho que he dejado de amarte. Sólo te digo que me voy, que ya no estoy para ti, que me haces daño... eso, estoy en el punto en que me dañas, en que no es gracioso verte sin poder tocarte ni besarte. No me hace bien verte y no poder amarte a la vez. Esto de amarte a escondidas en mi soledad ya no me hace bien. De un tiempo a esta parte empecé a necesitar reciprocidad. Saber lo que eso quiere decir? Conoces la reciprocidad?
M: No.
M: Bueno, estamos a mano. Yo sólo sé lo que significa, mas nunca la he sentido.
M: Yo tampoco.
M: Ni siquiera conmigo? Eres muy injusta. Ahora lo veo todo claro. Sólo soy un ave de paso, y por lo mismo, seguiré camino del encuentro de lo que me espere en algún lugar.
M: Eso me querías decir?
M: No. Quería decirte cuánto es que te amo, cómo he sufrido todos estos días por temer llamarte, por temer escribirte, por no saber que demonois pasa contigo. Por qué mierda haces todo tan extraordinariamente díficil. Incluso, he llegado a pensar que no eres quien yo veo. Y eso, quería decirte que te amo, que te sigo amando como el principio, que sigo anhelando y solando con tus besos, con tu cuerpo que hace vibrar al mío al rozarlo o tomando mi mano. Quería decirte que aunque estoy decidido a alejarme, penaré por no resistir más esta angustia y que, en definitiva, sí te amaré toda mi vida.
M: Y que sacas cono amarme si yo no te amo? Qué sacas con decirmelo? Dime por favor, qué mierda ganas!!!!!!!!
M: Poder dormir, para soñar que cuando digo esas palabras, tú me tomas con tus manos y me besas. Por eso lo hago. Eso es lo que gano...sacarme la pena.
M: Tu la sacas de ti, pero me la dejas a mí.
M: Es tu precio, por no amarme.
M: Uno no elige a quien amar!!!!
M: Lo mismo digo querida, lo mismo digo...