viernes, octubre 28, 2005

Bailé...

Anoche, mientras me movía sentí tu mirada clavada en mi. En mi cuerpo, a decir verdad. Te vi y no quise creerlo.
“Anoche mataste mientras bailabas”, me dijo picarona la Mona, la amiga que viste que me acompañaba. Ella no sabe, (no he sido capaz de contarle) lo que ocurrió después. Le hice creer que no me di cuenta de cómo tu y tus amigos me miraban. Pero si que me di cuenta. Y fue extraño. Y me gustó de veras. Si no me hubiera cuidado ese pequeño ángel nocturno que bailaba rodeándome, te habría hecho mío, desde los labios hasta los huesos, porque tu mirada ya había guiado a mis manos en mi mente. Ya sabía yo donde atacar, con qué intensidad y energía tomarte.No lo hice, pero me morí de ganas. Morí cuando me sacaste a bailar, cuando con la mirada me llevaste a un costado de la pista (¿para qué al medio?), y sin palabras empezamos a volar. Sonaba Madonna, sonaba Madonna, sonaba Madonna y te me venías encima, y yo me alejaba pensando en Madonna. De nuevo tú al ataque, y nuevamente yo de a lo lejos. No me creí capaz. No fui capaz. Tu último ataque, yo para atrás, suena Madonna, y me pierdo entre los acordes de Holywood, mientras imagino en el frío camino de vuelta, que pude haber evitado siendo valiente en tus labios...

1 Comments:

At 3:27 p. m., Blogger EP said...

y que onda?...te dio miedo?...ella no te gustaba o era muy amiga???

que freak!...bueno, ni tanto...quien sabe!

 

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